La Democracia festejó 38 años en Argentina con música y una multitud en Plaza de Mayo

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Miles de personas se acercaron al escenario emplazado sobre la calle Balcarce para cantar por la Patria y escuchar a los más de diez artistas que se presentaron junto a Casa Rosada. Los movimientos populares hicieron presencia con banderas y cánticos. Aysa repartió sachets de agua por el calor.

Los Súper Ratones, Ráfaga, Massacre y los cantantes de folclore Peteco Carabajal, Teresa Parodi y Víctor Heredia son parte de un multitudinario festejo por un nuevo aniversario de la recuperación de la democracia, en 1983. Ante un escenario emplazado en la calle Balcarce, más once pantallas gigantes dispuestas frente a la Casa Rosada y en calles adyacentes, decenas de miles de personas con banderas y remeras multicolores colmaron este viernes la Plaza de Mayo.

Aunque la jornada arrancó nublada, pasado el mediodía comenzó a despejarse y entonces se empezó a hacer sentir la combinación de sol, humedad (70% según el servicio metereológico) y las multitudes que compartían un espacio limitado, por lo que la empresa estatal Aysa empezó a distribuir gratuitamente sachets de agua mineral que grupos de jóvenes, con espíritu festivo, abrían para saciar la sed y arrojar agua entre la gente.

Víctor Heredia arrancó poco antes de las 18 con “Todavía cantamos”, movilizando a los miles de ciudadanos que se reunieron en la Plaza para expresar su apoyo a la democracia y ratificar su vínculo con el Gobierno.

Inmediatamente siguió Teresa Parodi con “Nunca más” y luego juntos entonaron el canto de resistencia de María Elena Walsh “Como la cigarra”, que fue acompañado por toda la gente. “Viva la democracia”, dijo Víctor cuando se retiraron; “Viva la patria, Viva América Latina”, añadió Teresa.

Antes había pasado Peteco Carabajal con el trío de guitarras y bombo legüero Riendas Sueltas que comparte con su hijo Homero y entregó un puñado de canciones, entre ellas la celebrada “Las manos de mi madre”. Peteco arrancó su presentación con “El amor como bandera” y lo cerró con el clásico “Entre a mi pago sin golpear”.

Después de los argentinos subió al escenario el quinteto brasileño Francisco, el Hombre, que cantó en castellano y portugués, se definió por la diversidad sexual y pidió por la gente muerta en pandemia en Brasil y Argentina, además de pedir: “Fuera Bolsonaro” y concluir con un “Viva Lula”.

El quinteto, con una orientación por la música latinoamericana con ciertas reminiscencias a Manu Chao e integrado por músicos y músicas, propuso un “latinoamericanxs unidos ahora y siempre” y entonó “Como una flor”, “Solo muere el que olvida”, “Triste, louca o Má” y “La primavera”, dedicada al Movimiento Sin Tierra de su país.

Massacre, Los Súper Ratones y Barbi Recanati fueron las bandas del apartado musical “rockero” que abrió más temprano el festival en Plaza de Mayo por el Día de la Democracia y los Derechos Humanos.

“Hola loques, un beso, Massacre dice ‘presente’ en la Plaza”, dijo Wallas, cantante de Massacre, que subió a las 17 al escenario al ritmo de su canción “La resurrección” y al que le siguió “Plan B: Anhelo De Satisfacción”, la canción que los llevó al mainstrean tras 15 años en el under.

Vamos a traer a alguien que hizo mucho por la democracia y el arte: Luis Alberto Spinetta”, dijo el cantante antes de entonar “Ana no duerme” y recitar “no olvidemos el Plan Cóndor”.

A las 16.35 fue el turno de Súper Ratones, pero antes de que el quinteto de soft rock comenzará con su repertorio, los animadores de la tarde pidieron a las agrupaciones presentes que corrieran sus estandartes para que el público que colma la Plaza pudiera ver, algo que sucedió y fue aplaudido por los presentes. “Estamos celebrando la democracia”, arengó el cantante de los Súper Ratones, Mario Barassi, luego de entonar el ultrapegadizo himno de la banda “Cómo estamos hoy, eh”.

Recanati, exvocalista de Utopians y que luego de su disolución armó su proyecto solista, acompañada por el sello discográfico Goza Records junto a la radio Futurock, con quienes también creó el podcast Mostras del Rock, se subió junto a su banda con el toque pop y punk que la caracteriza. “Que esta democracia dure una eternidad”, dijo desde un austero escenario, que tiene como telón de fondo a la Casa Rosada.

Marcha por la democracia hoy
La multitud fue convocada para escuchar los discursos del presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en un llamado a dar valor al sistema democrático y la plena vigencia de los derechos humanos.

Las columnas empezaron a ingresar en el mediodía y dos horas después la Plaza ya lucía completa, con manifestantes que buscaban ingresar por Avenida de Mayo y las dos Diagonales.

Los primeros espacios frente a la Casa de Gobierno estaban ocupado por las columnas del Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie y la agrupación OLP, como también por corrientes del peronismo bonaerense que se habían movilizado desde los municipios del Gran Buenos Aires.

En las primeras horas de la concentración, cuando todavía se podía andar sin problemas desde Hipólito Yrigoyen a Rivadavia y desde Balcarce a Bolívar, se veían con claridad los pasacalles que algunas organizaciones habían colocado en las primeras horas del día e incluso la noche anterior: frente a la Catedral se veían varias consignas que remitían a frases famosas del Papa Francisco (“El todo es superior a las partes” y “La unidad es superior al conflicto”), pertenecientes a la organización Encuentro Peronista, que colgaban entre el alumbrado público y una de las tradicionales palmeras de la Plaza.

Otras banderas portaban los clásicos apellidos de dirigentes del peronismo, como una celeste y blanca instalada en las alturas, cerca del Banco Nación, que decía “Katopodis, San Martín”, por el ministro de Obras Públicas y exintendente de ese municipio del conurbano.

En distintos puntos de la Plaza también se veían pasacalles azules de la intendencia de La Matanza con el nombre completo del jefe comunal Fernando Espinoza bien visible en letras blancas.

Pasadas las 17, una columna muy grande de organizaciones kirchneristas con una participación importante de La Cámpora y otros espacios del Frente de Todos llegó a la Plaza por la Diagonal Norte -se habían concentrado en el Obelisco- y con la presencia entre sus primeras filas de dirigentes conocidos, como la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que caminaba mientras otros militantes le pedían sacarse selfies, todo bajo el ritmo que marcaba una banda musical con redoblantes y trompetas.

 

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