El Kremlin minimizó el miércoles el impacto de la pérdida de ventas de gas a Europa, diciendo que había otros países dispuestos a comprar energía rusa mientras Europa busca reducir su dependencia de Moscú.

En respuesta a una pregunta sobre si una suspensión prolongada de las exportaciones de gas a Europa resultaría imposible a largo plazo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, respondió a los periodistas en una sesión informativa que otros compradores podrían compensar la demanda europea. “Europa no es el único consumidor de gas natural ni el único continente que necesita gas natural”.

“Hay regiones que se desarrollan a un ritmo mucho más rápido… pueden compensar la (reducida) demanda de gas (ruso) en Europa”, agregó.

Desde el comienzo de lo que Rusia llama su “operación militar especial” en Ucrania, la Unión Europea se comprometió a reducir su dependencia de la energía rusa, introduciendo restricciones a las importaciones de petróleo ruso y proponiendo un precio tope para el gas ruso.

Al mismo tiempo, el gigante estatal de gas de Rusia, Gazprom, redujo drásticamente el volumen de gas que suministra a Europa, citando la falta de pago en rublos de los clientes, en lugar de los dólares o euros contratados, y fallas técnicas, que atribuye a las sanciones occidentales.

Entre los países que se benefician de una caída en las exportaciones rusas a Europa se encuentra China, que este año está comprando más y más barata energía de Rusia.

Moscú también está discutiendo un nuevo e importante proyecto de infraestructura para canalizar gas a China a través de Mongolia.