El cardenal italiano Pierbattista Pizzaballa, creado purpurado por el Pontífice hace apenas dos semanas ofreció este lunes entregarse al grupo islamista palestino Hamás a cambio de que liberen a los niños tomados como rehenes la semana pasada tras un ataque a Israel.
Un gesto de valentía que marca el tenor de cuánto importa al papa Francisco y a sus colaboradores poner un fin verdadero al sufrimiento de todo Medio Oriente. El cardenal italiano Pierbattista Pizzaballa, creado purpurado por el Pontífice hace apenas dos semanas, enalteció hoy la birreta roja al ofrecerse al grupo extremista Hamás a cambio de que liberen a los niños tomados como rehenes la semana pasada tras un ataque a Israel.
“¿Si estoy listo para un cambio? Cualquier cosa si puede ayudar a la libertad y a regresar a sus casas a esos niños. Ningún problema, tengo disponibilidad absoluta para hacerlo”, dijo Pizzaballa en diálogo con periodistas vaticanos al ser consultado sobre la idea de ofrecerse como intercambio.
Y agregó: “Hay que intentarlo por todos los medios porque es un gesto que podría hacer repensar el desarrollo (de la crisis) o, al contrario, será muy difícil detener esto”.
El purpurado, Patriarca latino de Jerusalén, reafirmó además la disponibilidad vaticana para buscar una mediación en Medio Oriente luego del ataque de Hamás a Israel y en medio del asedio de ese país a la Franja de Gaza que según varios organismos pone en riesgo la vida de miles de civiles palestinos.
“Quiero ser claro, ninguna comprensión a lo que ha hecho Hamás, pero queremos ver si se puede llegar a alguna mediación para intentar que vuelva a casa algún rehén. Estamos buscando un canal de comunicación”, indicó.
De todos modos, según el cardenal, la eventual mediación “es muy difícil, porque para mediar hay que tener interlocutores, y en este momento con Hamás no se puede hablar”.
Pizzaballa reconoció que “los temores de una expansión regional es real”, sobre las posibles réplicas de ataques terroristas en otras partes del mundo.
Israel se prepara para entrar a Gaza, mientras sigue el éxodo palestino
El Ejército de Israel aguardaba la “decisión política” final para lanzar una ofensiva terrestre en el norte de la Franja de Gaza contra el grupo Hamás por sus sangrientos ataques, mientras la población civil sigue huyendo hacia el sur del enclave, que está sitiado y devastado por fuertes bombardeados lanzados en la última semana.