La decisión de Gran Bretaña de autorizar nuevas licencias para la exploración de petróleo y gas en el Mar del Norte fue legal, dictaminó el jueves el Tribunal Superior de Londres, desestimando una impugnación legal presentada por Greenpeace.
El grupo de campaña medioambiental había argumentado que el hecho de que Gran Bretaña no evaluara los gases de efecto invernadero producidos por el consumo de petróleo y gas (las llamadas emisiones de uso final o aguas abajo) hacía que su plan de energía marina fuera ilegal.
Pero los abogados que representan al Departamento de Seguridad Energética de Gran Bretaña y Net Zero dijeron en una audiencia en julio que los ministros no estaban obligados a evaluar las emisiones de uso final, aunque, no obstante, las consideraban.
El juez David Holgate rechazó el caso de Greenpeace en un fallo escrito este jueves.
El año pasado, Gran Bretaña celebró su primera ronda de licencias de exploración de petróleo y gas desde 2019, con miras a impulsar la producción nacional de hidrocarburos a medida que Europa se retira del combustible ruso. Gran Bretaña dice que la producción nacional de petróleo y gas es clave para su plan para mejorar la seguridad energética, y que hacerlo es consistente con su objetivo de cero emisiones netas para 2050.