El Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para Educación y el Trabajo (UMET) publicó este viernes su relevamiento de la escalada de precios en marzo de 2022. Sus datos suelen estar cerca del registro que lleva el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) a través de su Índice de Precios al Consumidor (IPC).
La inflación que mide la UMET se disparó al 6,8 por ciento en marzo. Se trata de una cifra que no se veía desde el salto devaluatorio de agosto de 2018, cuando al mes siguiente el índice anotó un 6,5 por ciento.
El informe de la UMET muestra que en marzo los precios subieron en un promedio del 6,8%, por encima de las estimaciones de la mayoría de las consultoras privadas que aseguran que apenas superará los seis puntos porcentuales.
El segmento de productos alimenticios volvió a ser –al igual que en febrero– el motor de la suba, con un aumento promedio del 9%. En el apartado de panes y cereales muestra un alza del 20,4%; mientras que le siguen carnes (8,5%); lácteos (8,4%); dulces (8,1%); pescados (8%); aceites y grasas (7,3%) e infusiones (6,7%).
En el resto de los segmentos del estudio desarrollado por el centro estadístico de la UMET se encontraron también incrementos significativos como los de Comunicaciones (6,8%), Transporte (6,6%), Vivienda (6,1%), Indumentaria y Calzado (5,7%) y Recreación y Cultura (5,7%).
Las cifras que publica el IET suelen estar cerca de las oficiales. En la última comparación incluso estuvo por debajo. En febrero, el IPC mostró una suba del 4,7% mensual, mientras que en el de la institución privada fue del 4,2%.
La última vez que la inflación mensual superó el 6,8% fue en abril de 2002 (10,4%), en los comienzos de la corta presidencia de Eduardo Duhalde. En tanto, se trataría del incremento de precios más alto en los últimos 20 años. A su vez, si se obvia el pico aislado de 2002, habría que remontarse más de tres décadas atrás, a marzo de 1991 (11%), bajo el gobierno de Carlos Saúl Menem y las vísperas de la Convertibilidad.