Una nave de suministro rusa sin tripulación atracada en la Estación Espacial Internacional perdió presión de refrigerante, informaron el sábado la corporación espacial rusa y la NASA, y aseguraron que el incidente no representa ningún peligro para la tripulación de la estación.

El Centro de Control de la Misión detectó una despresurización en la cápsula de carga Progress MS-21. Se tratarí de una fuga en el sistema de refrigeración de la cápsula, que se habría vaciado por completo.

Cabe recordar que a la cápsula tripulada Soyuz MS-22 le pasó algo similar el pasado 15 de diciembre que la dejó inutilizada. En su momento Roscosmos atribuyó la fuga al impacto de un micrometeorito pero lo cierto es que ahora parece un problema de control de calidad.

Roscosmos informó que la escotilla entre la estación y el Progress MS-21 había sido cerrada para que la pérdida de presión no afectara el puesto de avanzada en órbita.

“La temperatura y la presión a bordo de la estación están dentro de las normas y no hay peligro para la salud y la seguridad de la tripulación”, dijo en un comunicado.

La declaración inicial de Roscosmos no dejó claro si todo el buque de carga o solo algunos de sus sistemas perdieron presión, pero Sergei Krikalev, jefe de los programas tripulados de Roscosmos, aclaró más tarde que hubo despresurización del circuito de refrigeración de la nave.

La NASA comunicó que sus especialistas están ayudando a sus homólogos rusos en la resolución de problemas de la fuga de refrigerante.

“Los funcionarios están monitoreando todos los sistemas de la Estación Espacial Internacional y no están rastreando ningún otro problema”, expresó la NASA. “La tripulación, que fue informada de la fuga del circuito de enfriamiento, no está en peligro y continúa con las operaciones normales de la estación espacial”.

Roscosmos no aclaró qué pudo haber causado que el buque de carga perdiera presión.

Observó que el buque de carga ya había sido cargado con desechos antes de su eliminación programada. La nave se desacoplará de la estación y saldrá de órbita para quemarse en la atmósfera el 18 de febrero.

El anuncio se produjo poco después de que un nuevo carguero ruso atracara sin problemas en la estación el sábado. El Progress MS-22 entregó casi tres toneladas de alimentos, agua y combustible junto con equipo científico para la tripulación.

Roscosmos indicó que el incidente no afectó el atraque del nuevo carguero y “no tendrá impacto en el futuro programa de la estación”.

La despresurización del circuito de refrigerante de la nave de carga sigue a un incidente similar en diciembre con la cápsula de la tripulación Soyuz, que fue golpeada por un pequeño meteoroide que dejó un pequeño agujero en el radiador exterior y envió refrigerante al espacio.

Se suponía que los cosmonautas rusos Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin, y el astronauta de la NASA Frank Rubio usarían la cápsula para regresar a la Tierra en marzo, pero los funcionarios espaciales rusos decidieron que las temperaturas más altas resultantes de la fuga de refrigerante podrían hacer que su uso fuera peligroso.