Es el primer día de CERAWeek de S&P Global en Houston, uno de los eventos más grandes en el calendario para la industria energética, con más de mil directores ejecutivos, legisladores y financistas que disertarán.

El mercado mundial del gas natural sufrió cambios más fundamentales a largo plazo que el mercado del petróleo por la invasión rusa de Ucrania, declaró este lunes el presidente ejecutivo de Chevron Corp, Mike Wirth.

“Chevron pasará el resto de este año trabajando en opciones para exportar gas natural a Europa desde su campo Leviatán frente a la costa de Israel”, admitió el director ejecutivo de Chevron, Mike Wirth.

El gigante petrolero estadounidense está evaluando tres opciones: un oleoducto multimillonario, exportar a través de instalaciones existentes en las cercanías de Egipto y gas natural licuado flotante. Este último es el más simple porque no depende de varios gobiernos, pero requerirá más tiempo y dinero antes de que se tome una decisión final de inversión, aseguróWirth.

El conflicto en Ucrania y las consiguientes sanciones occidentales trastornaron los mercados mundiales de petróleo y gas e interrumpieron el suministro de Rusia.

Europa se alejó  de la dependencia del suministro de gas ruso y no tiene intención de cambiar eso en el futuro, señaló Wirth en declaraciones en la conferencia de energía CERAWeek.

Un ataque que deshabilitó el oleoducto Nord Stream de Rusia a Europa significa que los cambios serían duraderos. “Creo que los mercados de gas son los que cambian estructuralmente por más tiempo”, agregó Wirth.

El petróleo ruso todavía está llegando al mercado, admitió, pero a diferentes costos, ya que los barcos viajan distancias más largas para llevar crudo y combustible ruso a países que no impusieron sanciones.

Eso deja el mercado petrolero y la logística apretados y vulnerables a cualquier interrupción inesperada del suministro, aclaró. “No hay mucha capacidad de rotación, no hay mucha capacidad de inventario”, dijo Wirth. “Ahora hay muchas limitaciones… un evento inesperado hoy crearía un equilibrio diferente”.

Wirth indicó que mantener suministros seguros y asequibles y, al mismo tiempo, gestionar la transición energética hacia la industria baja en carbono del futuro era “uno de los mayores desafíos de todos los tiempos”.

Una transición energética desordenada podría ser “dolorosa y caótica”, apuntó Wirth.

“Tenemos que tener mucho cuidado con apagar el sistema A prematuramente y depender de un sistema que aún no existe y no ha sido probado”, concluyó Wirth.