Rusia buscará recopilar más inteligencia sobre la infraestructura de petróleo y gas de Noruega como parte de un esfuerzo por ejercer presión sobre los suministros energéticos europeos, declaró el lunes la agencia de seguridad policial (PST) del país nórdico en su evaluación anual de amenazas.
Si bien es “poco probable” que Rusia lleve a cabo actos de sabotaje en territorio noruego en 2023, esto podría cambiar si aumentara la voluntad de Moscú de intensificar el conflicto con la OTAN y Occidente, dijo PST.
La evaluación de las amenazas contra Noruega es la primera desde el comienzo de la guerra en Ucrania en febrero del año pasado. Desde entonces, el miembro de la OTAN se convirtió en el mayor proveedor de gas de Europa, tras una caída en los flujos de gas ruso.
“El papel de Noruega como proveedor de energía para Europa ha adquirido una importancia política de seguridad aún mayor como resultado de la guerra en Ucrania”, expresó la PST en su informe.
Oslo reforzó la seguridad en sus instalaciones de petróleo y gas tras las explosiones en los oleoductos Nord Stream el 26 de septiembre y recibe ayuda de los aliados de la OTAN para protegerlos.
“Hemos visto el surgimiento de las ambiciones rusas de ejercer presión sobre la seguridad energética europea. Por lo tanto, PST espera que en 2023, Rusia intente recopilar inteligencia sobre la mayoría de los aspectos del sector de petróleo, gas y energía de Noruega”, agregó.
En octubre, Noruega, que comparte frontera con Rusia en el Ártico, puso a su ejército en un nivel elevado de alerta en respuesta a la guerra en Ucrania.
PST también cree que Rusia esté interesada en recopilar información en Noruega sobre los planes de expansión de la OTAN a Suecia y Finlandia, que son vecinos de Noruega, y recopilar más información sobre el archipiélago ártico de Svalbard.
Svalbard está bajo la soberanía de Noruega, pero Moscú tiene un asentamiento de ciudadanos rusos en las islas en virtud de un tratado de 1920.