AmCham celebró un foro de energía sobre las oportunidades que ofrece el sector energético

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La Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) celebró este miércoles un foro de energía para promover el intercambio entre los sectores público y privado sobre las oportunidades que presenta el sector para el desarrollo y crecimiento económico del país.

En ese marco, empresarios y funcionarios analizaron los desafíos y oportunidades que representan Vaca Muerta, las renovables, los proyectos de GNL e hidrógeno y el offshore.

En el panel de Vaca Muerta, Juan Garoby, COO de Vista, recordó que hoy se exportan 130.000 barriles diarios de petróleo, que implican el ingreso de u$s3.500 millones, pero remarcó que para 2030 las perspectiva es llegar a 1 millón de barriles, con ingresos por u$s20.000 millones anuales. “Falta tiempo y condiciones para que lleguen las inversiones y regularizar el acceso a las divisas para el pago de dividendos, para que Vaca Muerta esté blindada y que las circunstancias del momento no hagan cambiar los planes. Tenemos que salir de un mindset de escaces, de proteccionismo y el abastecimiento local -que ya está abastecido-, a un mindset de abundancia. Y para eso hay que cambiar la normativa para fomentar la exportación”, sostuvo. Y, según Garoby, una de las claves será la eficiencia en la producción. “Los pozos son en promedio un 25% más productivos que los de Permian y eso se ve reflejado en toda la cuenca”, reveló.

El californiano Jeremy Martin, vicepresidente de Energía y Sostenibilidad del Institute of the Americas, recomendó aprovechar las oportunidades que puede aportar el gas natural de Vaca Muerta. “Es la piedra angular para la seguridad energética y será parte de la transición. En el corto plazo van a aprovechar el recurso, pero a largo plazo el país tiene que ser exportador de GNL a todo el mundo”, sostuvo en un comprensible español, pero con la tablet de apuntes en mano. “Vaca Muerta va a seguir siendo importante para cualquier gobierno”, dijo el experto estadounidense y abogó para que la nueva demanda de energía local sea atendida con fuentes renovables. “Más allá del advenimiento político, Argentina tiene a mano todos los recursos energéticos, este sector es el oasis dentro del caos, y eso es buenísimo”, escurrió al inicio del “AmCham Energy Forum: el futuro es ahora”.

Ricardo Gutiérrez, presidente de Shell Argentina, Chile y Uruguay, consideró que la oportunidad de Argentina es de oro. “Con políticas adecuadas y un marco regulatorio estable, este sector puede dar un salto y contribuir al desarrollo económico del país”, dijo, pero advirtió que se necesitan u$s10.000 millones en inversiones del extranjero a largo plazo. “El capital primero va a infraestructura de transporte o procesamiento, y luego a los pozos, para aumentar producción o revertir declino”, describió. “Estas inversiones requieren un marco jurídico competitivo y estable, y que garanticen que esas regulaciones no van a cambiar en el tiempo, y esa es la importancia de tener una policía de Estado que trascienda las distintas administraciones”, evaluó.

La secretaria de Energía, Flavia Royón, confirmó que para el 2023 se espera una balanza energética positiva de al menos u$s100 millones, lo que revierte el déficit de u$s4.500 millones del año anterior, pero pronosticó que para 2030 el superávit podría alcanzar los u$s18.000 millones. “El gran desafío es lograr una estabilidad macro económico, y el sector energético es parte de la construcción de esa solución”, dijo, y remarcó que el sector energético se puede convertir en el segundo más importante en la generación de divisas, fundamentales para lograr la estabilidad que se requiere”, aseveró.

Sin embargo, la funcionaria pidió analizar las propuestas de cada uno de los candidatos a presidente. “Hay puntos de divergencia entre candidatos, nosotros defendemos la infraestructura energética como un tema clave para el desarrollo del país, donde el Estado tiene que hacer su apuesta e impulsar las obras, como ocurrió con el Gasoducto Néstor Kirchner y ahora con el sistema eléctrico y las líneas de alta tensión, y la Reversión del Gasoducto del Norte y el Tramo II del GPNK. Creemos en un Estado que tiene que diagramar planes de infraestructura, así podremos dar el salto con las energía renovables, que junto a privados vamos a co-financiar”.

“Las políticas de Estado -continuó- las ejecuta el Poder Ejecutivo, pero se construyen desde el Poder Legislativo, ámbitos empresariales y la academia, tenemos que tener una mirada constructiva. Este escenario electoral genera incertidumbre, pero el punto bueno o en común es que todos hablan de un sector estratégico para el desarrollo de la Argentina. La divergencia está en el rol que tiene que tener el Estado o YPF, (Sergio) Massa habla de su propuesta desde la gestión”, enfatizó, en referencia al polémico plan privatizador de Javier Milei sobre la petrolera de bandera.

Tras recordar la puesta en marcha del Decreto 929 que genera incentivos para la producción de petróleo y la reglamentación del 277, Royón aseguró que en el Gobierno “creemos en la seguridad jurídica y tenemos que cumplirla”, pero agregó que “no desconocemos el escenario macroeconómico complejo” del país con la pandemia, el endeudamiento, la sequía y la escalada del precio de la energía a nivel mundial. “El objetivo de Massa es terminar al año y cumplir con los beneficios que se prometió con el 277”, anunció.

La secretaria recalcó que además ya se reglamentó la eximición del pago del Impuesto PAIS para importar combustibles y obras de infraestructura y que en breve se seguirá con ese beneficio para los proyectos renovables. En esa línea, Royón defendió el nuevo acuerdo de precios que congela los combustibles hasta el 31 de octubre, después de las elecciones generales. “Quisiera saber si los empresarios perdieron en el largo plazo, lo que pasó ahora no es lo mismo que durante el gobierno de Macri, acá hubo un acuerdo, no un decreto. (Tras) la devaluación necesaria y sin un contexto de previsibilidad y estabilidad, de llevar señales clara a la sociedad, perdemos todos. Contener la inflación y dar señales de no especulación es una responsabilidad de todos”, expresó.

Pablo González, presidente de YPF, admitió que el control de precios de los combustibles con un 12,5% de alza tuvo una discusión importante, que obedece a un proceso complejo de definición. “Con este nivel de precios, hoy podemos abastecer el mercado, haciendo un esfuerzo adicional para mantener la red”, dijo. “Acá hubo un acuerdo con las productoras y refinadores, y creemos que se va a poder cumplir, sino lo iremos analizando a través de un diálogo en la secretaría de Energía. A nadie se le pone la pistola en la cabeza. A mí me toca defender a YPF y mostrarle al mercado que los números dan, por eso fuimos a la Bolsa de Nueva York”, completó.

Roberto Murchison, presidente y CEO del Grupo Murchison, introdujo el panel “Cooperación interprovincial para el desarrollo”, que protagonizó el gobernador electo de Río Negro, Alberto Wereltineck. “Solo a través de un enfoque conjunto podemos creer un marco competitivo que fomente la innovación y el crecimiento, hoy más que nunca debemos unir fuerzas, ideas y conocimiento”, dijo Murchison, quien aseguró que el país “está en la cúspide de un cambio” y que se “necesitan políticas y visión de largo plazo” para atraer inversiones sostenibles y futuro próspero.

A su turno, el senador Wereltineck propuso mejorar las rutas de la Cuenca neuquina y llegar con el tren Norpatagónico a Vaca Muerta. “Creo que hay que recuperar el proyecto original de Vale, que surgió en Chinchinales, llegaba a Añelo y seguía Mendoza, con menos impactos y problemas judiciales, pero esto no depende solo de las provincias, sino de Nación”, afirmó, y resalto que Río Negro ya adjudicó a PGR -socios de los suizos Mercuria- sus primeros dos bloques de hidrocarburos del macizo (Confluencia Norte y Confluencia Sur), en la zona lindante con Neuquén y que en los próximos días se licita el tercero.

En ese marco, Wereltineck aclaró que los rionegrinos tienen una mirada federal sobre Vaca Muerta y que comparten objetivos con Nación y Neuquén para lograr la licencia social de los proyectos. “Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para colaborar en el desarrollo” de la formación dijo, y defendió las obras de duplicación del oleoducto de Oldeval y la construcción del Vaca Muerta Sur de YPF en Sierra Grande, que la semana pasado pasó por una audiencia pública. “Ahora queremos hacer la consultas previas a los pueblos originarios, tanto para gas y petróleo, como para minería. Darles espacio y participación en el marco de los convenios internacionales y las leyes vigentes es más sano y da más seguridad jurídica”, destacó.

El mandatario electo también prevaleció las energías renovables eólicas, solar y el proyecto de hidrógeno de la australiana Fortescue en su provincia, que espera por una ley para avanzar con fuertes inversiones. “Estamos limitados en la capacidad de carga de la energía eléctrica y es importante el plan de la Nación”, enfatizó, y deslizó que Río Negro es el lugar ideal para instalar una planta de GNL.

Alejandro Aguirre, secretario de Hidrocarburos de Tierra del Fuego y Roberto Carnicer, director del Instituto de Energía de la Universidad Austral, analizaron el potencial offshore. Aguirre celebró la construcción del Plan Fénix de TotalEnergies, PAE y Wintershall por u$s700 millones, que aportará un hasta 10 millones de m3 extra de gas al país. “Está ubicado a 70 km de Tierra del Fuego, en enero llega la plataforma que se construye en Rávena, Italia, y ahora se están haciendo los primeros 200 metros de ducto submarino, pero van a ser 40 km en total a la plataforma Vega Pléyade, que está operativa desde 2016. Es una inversión que está en marcha y hay que seguir sosteniéndola”, animó el funcionario.

Agustín Gerez, titular de la estatal Energía Argentina S.A., celebró que el sector ya está transformando al país. “Aporta trabajo, divisas, exportaciones y eso es fruto de haber convertido a la energía en política de Estado, no importa el gobierno que venga”, pronunció. Para Gerez, una de las claves fue la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner en tres etapas. “La planificación fue excelente. La ejecución de los plazos licitatorios, que se hizo en 150 días, y la coordinación del proyecto, también, fue el factor más importante en esa sinergia entre lo público y privado. Trabajamos en un ámbito colaborativo, abandonando la lógica donde el Estado tiene jerarquía sobre el privado”, señaló, y destacó la construcción en tiempo récord. “Dejamos un concepto: que el Estado, todos los argentinos, en vínculo con los privados nos puede llevar al éxito, y abandonar esa vieja teoría de que en la Argentina las cosas no se hacen, y hoy el gasoducto nos enorgullece a todos por igual, sin importar el color político, ni las ideas”, sentenció.

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