La compañía energética británica British Gas irrumpía de manera rutinaria en domicilios de personas vulnerables para instalar de manera forzosa contadores de gas prepago.

El diario The Times descubrió que agentes que trabajaban para la empresa Arvato Financial Solutions -empleada por British Gas para cobrar deudas en su nombre- habían accedido a hogares de clientes que se habían quedado rezagados en sus facturas de energía, muchos en situación de extrema vulnerabilidad, utilizando órdenes judiciales para instalar esos contadores.

Un periodista encubierto del diario acompañó a los agentes de deuda al domicilio de un padre soltero con tres hijos y observó cómo se forzaba la entrada con un cerrajero para instalar un contador de gas prepago.

Según averiguó el diario, también se instalaron a la fuerza contadores en la casa de una madre joven con un niño pequeño, así como en la vivienda de otra madre de una nena discapacitada y de otra mujer con problemas de movilidad.

Un portavoz del regulador energético Ofgem consideró “inaceptable que cualquier suministrador imponga instalaciones forzosas a clientes vulnerables con dificultades para pagar sus facturas antes de agotar todas las opciones y sin llevar a cabo controles que aseguren que es seguro y practicable hacerlo”.

Por esa razón, Ofgem asegura que “investigará urgentemente las acusaciones extremadamente graves de ‘The Times'”, y de la misma forma “no dudará en tomar medidas de cumplimiento firmes”.

La propietaria de British Gas, Centrica, anunció que “suspende” toda esa actividad y también abrirá una investigación a raíz de lo publicado, al tiempo que su consejero delegado, Chris O’Shea, dijo que “proteger a clientes vulnerables es una prioridad absoluta”.

Esa forma de pago resulta mucho más cara que establecer un sistema de débito directo bancario, aunque a veces es la única opción que encuentran las personas que afrontan problemas de liquidez o que están endeudados para poder pagar a un proveedor energético.

Tras destaparse el escándalo, el ministro británico de Empresa, Grant Shapps, se mostró “horrorizado”.

“Cambiar a los clientes, particularmente a aquellos que son vulnerables, a contadores prepago debería ser solo el último recurso y debería haberse agotado cualquier otra alternativa”, consideró el ministro.

En el Reino Unido, las compañías energéticas deben por ley agotar todas las alternativas antes de recurrir a la instalación de un contador prepago y no deberían hacerlo en los casos de “aquellas personas que se encuentren en las situaciones más vulnerables”.

El ministro anticipó que el Gobierno celebrará una reunión con British Gas “en los próximos días” en la que “exigirán respuestas para asegurar que se aborda este fracaso sistemático”.