Chubut cuenta aún con los yacimientos que por varios años más sostendrán un tercio de la producción nacional. La parte más productiva de la cuenca del golfo San Jorge, con sus campos maduros y de producción declinante, mantiene sin embargo un nivel de reservas comprobadas para los próximos 18,3 años, y en la explosiva esperanza de la era de los hidrocarburos de extracción no convencional, seguirá sólo confinada al up-stream, para sostener las ingentes inversiones que requerirá el shale neuquino.
De su total anual de producción de crudo (57 millones de barriles) se exporta más del 20 por ciento. La particularidad, nunca tenida en cuenta, es que la diferencia entre el valor de cotización internacional para el barril Escalante (sobre la base del WTI), con el precio fijado como sostén para el refino interno, fuese aproximadamente en promedio durante 2015/16, superior a los 30 dólares.
Tal esquema justifica que la provincia sea inducida a concentrarse en la extracción y quede muy expuesta a los desacoples y cambios de políticas que significaron:
Con precios internacionales altos (2004/11): sacrificio fiscal (no cobro de regalías por diferencial de precio tope a refino interno).
Con precios internacionales bajos: pérdidas por diferencia de valores “barril criollo” (tipo Escalante – Medanito), y no coexiste con una compensación precio de exportación.
SACRIFICIO
A partir del establecimiento por el Gobierno Nacional, vía Resolución de precios de abastecimiento al mercado interno, la provincia del Chubut dejó de exportar gran cantidad de crudo para proveer a las refinerías nacionales (principalmente La Plata).
Esto provocó una caída en la recaudación de regalías provinciales, sobre un recurso agotable y de propiedad originaria provincial. Esta pérdida se explica en el diferencial de precios entre el mercado interno y externo. A modo de ejercicio, si se hubiera podido exportar la producción a ese precio internacional, se hubieran percibido durante el período 2002-2014 un total estimado de 1.403 millones de dólares.
A partir de diciembre de 2015, la situación de la industria en Chubut comenzó a delinearse bajo los parámetros de un ajuste a la baja que –debe reconocerse—viene siendo paulatino y con precisión casi quirúrgica.
Debido al precio internacional se determinó el stand by (parada) de equipos en: PAE, 15 de perforación y 26 de workover (afecta alrededor de 2.100 puestos de trabajo directos e indirectos); YPF, 2 perforadores y 2 workover; Tecpetrol, 2 de perforación y 6 de workover (afecta más de 200 puestos de trabajo directos).
Se destaca en este proceso el escalonado reacomodamiento que –con múltiples reuniones de los actores (empresas, sindicato, gobierno)— logró hasta el presente evitar situaciones sociales serias o masivas.
A este punto, los principales observadores del desarrollo económico regional no alcanzan a entender cómo han podido soportar las pymes de servicios petroleros los efectos de la notoria baja de actividades en los últimos 36 meses.
Sin embargo, la baja de equipos se traduce invariablemente en la obturación o postergación de las actividades posteriores, las operaciones, mantenimiento y optimización de pozos y de instalaciones que involucran a empresas de servicios y de otras ramas de la actividad; como también operaciones de producción y de mantenimiento de equipos de superficie.
BARRIL
El acompasado seguimiento de la crisis se sobrellevó durante todo 2016 y 2017, de acuerdo a un modelo de análisis de costos promedio para empresas de servicios petroleros de Chubut.
Con esa evaluación se concluyó que para mantener el nivel de actividad e inversión de la cuenca (CGSJ-Chubut) en similares condiciones y considerando la devaluación producida, resultaba necesario como base un precio por barril de 53,42 dólares (USD/bbl 53,42).
Otro punto importante resulta el plazo de sostenimiento de cotización en este sector para alentar nivel de inversiones. El horizonte de precios deseable mínimo, es de dos/ tres años, con condiciones estables, ajustable periódicamente ante posibles devaluaciones.
Naturalmente aún no se puede evaluar la pérdida de fuerza laboral, ni la afectación de las pymes ante las nuevas realidades.
Debe considerarse que se viene de un plantel de 10.000 puestos de trabajo directos y otros 15.000 indirectos, de alta calidad técnica y en blanco, de gran impacto en las economías regionales, y de haber desarrollado una respetable industria metalmecánica y de servicios petroleros de complejidad y capacidad reconocidas a nivel internacional.